La banda ofreció más de dos horas de concierto en una Sarau prácticamente llena. Entre el público se encontraban los ya habituales seguidores del grupo y, además, nuevas caras que se acercaron por curiosidad y que no salieron decepcionadas.
La sala Sarau se ha convertido en un habitual para Bounce y esto se debe a la gran calidad de sonido, de instalaciones y de personal que hay en ella, cosa que, actualmente, no es fácil de encontrar en la mayoría de salas de conciertos.
Bounce ya ha confirmado su primer concierto el próximo año: tocarán en la sala La Mirona de Girona junto a Frenètic el próximo 18 de enero de 2014.
Bounce en la sala Sarau el sábado 7 de diciembre Fotografía: Heather Laly |
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